La vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, se reunía este mediodía en Londres con los responsables de opinión del Financial Times, el más influyente diario financiero del mundo. Buscaba seducir al diario y aplacar a los mercados, convencerles de que España no es Grecia, como apuntaba el rotativo. José Blanco, ministro de Fomento, era menos sutil. Denunciaba esta mañana en la Cadena Ser que los editoriales de los periódicos extranjeros no son inocentes o casuales. Minutos después, El FT respondía, acusando al Gobierno español de "paranoico" en uno de sus principales blogs. CONFIDENCIAL
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