domingo, 26 de octubre de 2008

GARZON QUIERE SENTAR A LOS HEROES DE LA GUERRA CIVIL EN EL BANQUILLO...


INVESTIGACIÓN DE LAS MUERTES DE LA GUERRA CIVIL
Los ancianos a los que Garzón quiere sentar en el banquillo


Abelardo Azorín Ortiz tiene 90 años de vida, 74 de militancia falangista y sigue sin perdonar el chupito de whisky con el café de las 18.00. Despliega una cortesía añeja, aliñada con chistes picarones y gasta un aire al Franco más anciano y encogido; ése que parecía inofensivo.

Abelardo podría terminar, con su guayabera amarilla y sus pantalones de lino color crema, sentado ante el juez Baltasar Garzón dando cuenta de una causa por crímenes contra la Humanidad. Un auto del hiperbólico magistrado de la Audiencia Nacional descerrajó, el pasado jueves 16 de octubre, la tapa de la caja de Pandora de la Historia española.

Garzón identifica 35 máximos culpables, de la sublevación -entre ellos Franco, el general Mola o Serrano Súñer- y añade en la mirilla a los "máximos responsables de Falange Española" entre el 17 de julio de 1936 y diciembre de 1951. La letra pequeña del auto ensancha un poco más su togada diana, puesto que también ordena constatar "la supervivencia o no de presuntos responsables que no ocuparan puestos de alta responsabilidad [...]" pero que figurasen en las estructuras represivas. Como Abelardo.

Abelardo Azorín fue un notorio dirigente de la Falange barcelonesa. Dan fe sus 12 condecoraciones, entre ellas la medalla antibolchevique. Algunas relucen, junto a la bandera del yugo y las flechas, en la estantería de su despacho. En la década de los 40 fue delegado de la milicia joseantoniana en el distrito III y luego comandó la Falange en el distrito VI de Barcelona, uno de los doce de la ciudad. En la posguerra hubo 1.716 fusilados en la Ciudad Condal.

Su amigo Mateu de Ros, siempre fiel a su partida de dominó de las 17.00 horas, se limitó a hacer saber a Crónica que "la verdadera represión la llevó a cabo el Ejército". Opinión que, con matices, comparten todos los historiadores consultados por Crónica -ninguno de ellos podría ser tildado de conservador-. Los expertos coinciden en que «la Falange tuvo mucha responsabilidad de 1936 a 1939».Pero de aquella fecha no queda nadie vivo: alguien con un cierto grado de responsabilidad y 25 años al comienzo de la guerra tendría hoy 97 años.

Abelardo, Fernando o Benito son los anónimos abuelos que podrían terminar testificando ante el juez. El cuarto nombre es menos desconocido: Martín de Riquer. Grande de España, premio Príncipe de Asturias, experto en el Quijote, eminencia de las letras castellanas y catalanas e instructor del Rey Juan Carlos en 1960.En 1937, Martín de Riquer, que hoy tiene 94 años y no concede entrevistas, se sumó a las filas carlistas, con las que combatió en el Tercio de Montserrat. Tras curarse de sus heridas -explica en sus memorias, Vivir la literatura- De Riquer se presentó voluntario en los servicios de propaganda, donde le nombraron delegado territorial de Barcelona, un cargo relevante. "Un director de propaganda en el 39 era un dirigente importante de Falange. ¿Y por eso cometió crímenes contra la Humanidad? El sumario de Garzón es un caos", critica el historiador Josep Maria Solé i Sabaté.

GARZON, SIENTE USTED EN EL BANQUILLO A SANTIAGO CARRILLO POR SUS VERDADEROS CRIMENES DE GUERRA

GARZON, FRANCO GANO LA GUERRA, GANO LA GUERRA, GANO LA GUERRA, GANO LA GUERRA LE PESE A QUIEN LE PESE

GARZÓN, SENTAR EN EL BANQUILLO A LOS HEROES DE LA GUERRA CIVIL ES DE LO MÁS RUIN JAMÁS VISTO, ESOS HEROES QUE LO DIERON TODO POR UNA NACIÓN QUE AHORA LES DESPRECIA, UNA ESPAÑA DESAGRADECIDA Y OLVIDADIZA, UNA PATRIA CARENTE DE VALORES, DE AMOR A SUS COLORES, DE IDEALES Y HASTA DE RAÍCES PUES HEMOS ABANDONADO NUESTRA CRISTIANDAD HERMANANDONOS CON AQUELLOS QUE PRACTICAN EL LAICISMO Y EL TODO VALE... SOLO ME QUEDA PEDIRLES PERDÓN A ESOS QUE AHORA SERÁN HUMILLADOS GRACIAS A ESTE LISTLLO QUE DECIDE AHORA DESENTERRAR A LOS MUERTOS...

1 comentario:

Unknown dijo...

Dejad de decir mentiras, mi abuelo fue Héroe de Guerra condecorado y renunció a todo los privilegios hasta el punto que en mi familia nos enteramos de este hecho una vez muerto mi abuelo y entrada la democracia; esto solo puede ser por una cosa, mi abuelo se vio obligado, como tantos otros, a matar a gente que tenia sus misma ideas por el instinto de supervivencia ya que si no mataba a los que llamáis rojos lo mataba a él.