OS CUENTO LO QUE ME HA COMENTADO UN GRAN AMIGO MÍO AL QUE LE HAN OFRECIDO ABORTAR...

Impresionante, ayer me contaba un gran amigo mío que a su mujer, embarazada de 5 meses, le acababa de comentar su médico que el niño que lleva tiene un 50% de posibilidades de ser subnormal y que para saberlo, "rápidamente" (después entraré a valorar lo que significa el concepto "rápidamente" en el argot abortista) "tenían que hacerse la prueba de la amniocentesis, de urgencia, para actuar en caso de que..."

Para los que no sepáis lo que es eso, os lo explico así de forma muy llana (ya que mi blog lo lee mucha mucha gente al día de todo tipo de formación... ¿a que si borroquillas? ¿abortistas?, por cierto seguid amenazándome que vuestras amenazas me hacen más fuerte y además no pienso publicarlas) la amniocentesis consiste en atravesar con una aguja larga la barriga de la mujer y pinchar directamente al niño que lleva dentro para poder extraer sangre y finalmente ver si es o no subnormal o si tiene alguna "tara" es una prueba que puede acarrear complicaciones.

Mi amigo rápidamente le paró los pies (no se como no le partió la cara) y le dijo... "en caso de que... que" bueno, le contestó el "doctor", "en caso de que usted quiera interrumpir el embarazo" "no pienso interrumpir nada, mi hijo va a salir más guapo, más feo, más inteligente, menos, pero el es una bendición de Dios y sale por mis cojones" (perdón por la palabrota pero así se lo dijo). El "médico" se quedo alucinado y, como es lógico, mi amigo se está planteando a estas horas si seguir o no contando con el expertise de susodicho matarife.

Y... es que los "médicos" abortistas ven el negocio como lo puedo ver yo como empresario y cuando pueden, exterminan, sabiendo que de ello se van a llevar un buen trozo del pastel en forma de "pasta gansa". De ahí el "rápidamente" y de ahí que las pruebas y los resultados estén disponibles para la paciente con la mayor brevedad para que tome la decisión, ¡PAGUE! y se deshaga ¡MATANDO! del hijo que lleva dentro.

Una falta de VALENTÍA brutal con un solo fin, buscar una comodidad en esta vida, vivir mejor y sin la responsabilidad de tener que cuidar de un niño "imperfecto". Lo que no saben es que un niño con síndrome de down es el camino hacia el cielo de los padres y de toda su familia, es un verdadero sacrificio diario pero muy gratificante ya que estos niños también tiene su corazoncito, también sufren como nosotros... también dicen... te quiero mamá y eso seguro que vale mucho más que nada en el mundo.

Por mi parte le doy las gracias a Dios por haberme dado un amigo como el anteriormente mencionado y por estar a punto de darme mi tercer hijo que llevará mi nombre "Quico", pronto publicaré su fotografía en este blog.